COMO CORRER UNA MARATON SIN EXPERIENCIA

¡Si quieres…puedes!

Los inicios

Hoy os voy a explicar mi experiencia en el mundo del running ,que lo único que demuestra es que sin ningún plan de entreno específico hice una maratón en tres años. Por lo tanto, si yo puedo, tú también!!!!!

Empecé a correr porque un familiar me pidió acompañarle y que horror , no aguantaba ni 10 metros sin ahogarme.

Pero si algo tiene correr es que si eres constante, en poco tiempo progresas; donde antes era flato a los 5 minutos ahora son 10 minutos sin morir, por lo que la motivación y la moral va subiendo.

Y llegan los 5 Km, y luego los 10 km

Y te vienes arriba y te apuntas a tus primeros 5 kilómetros. Por dios, que nervios y emoción: vas a correr una carrera de fiesta mayor de un barrio de tu ciudad como si fuese la maratón de Berlin. Y da igual que llegues el penúltimo, rojo como un pimiento y con las pulsaciones a 2000: eres sumamente feliz y aquel primer dorsal crea adicción.

Esa primera carrera te va llevando a otras de más o menos el mismo kilometraje, pero ya pensando en dar un salto hasta el primer 10K, que sabe a pro total aunque no bajes de 6 minutos el kilómetro.

Nunca he sido de hacer series, intervalos, carreras de recuperación ni largas distancias. Nunca he tenido una planificación para cumplir objetivos porque no soy nada competitiva, corría porque me sentía bien y me eran indiferentes los tiempos. Cada persona es un mundo y yo salía a correr y punto, unos días más, otros menos pero con mucha constancia.

¡ Vamos a por la Media Maratón!

El salto a los 21K tardó menos de 1 año, en mi ciudad Terrassa (media maratón durilla durilla…..) y habiendo realizado alguna tirada de 16 kilómetros. Fui a mi ritmo, sin parar nunca y parando el crono en 2 horas, todo un logro!!!!!

Eso sí, me llevé de recuerdo mi primera fascitis plantar y tener que dejar de correr durante unas semanas.

Supongo que a muchos os ha pasado, pero a mí me dio la “cursitis”, me apuntaba cada semana a una carrera diferente y había tanta oferta que era una locura.

Y después de un par 21K la palabra “maratón” que empieza a rondar por mi cabeza…..con cualquier persona que hablo que ha corrido alguna me recuerdan hacer series, intervalos, apuntarme a alguna maratest, pero yo decido seguir a lo mío, correr muchos kilómetros a la semana pero a mi bola y apuntarme a la maratón de Barcelona sin haber corrido más de 21 kilómetros seguidos.

¡Y llegó el gran dia de la Maratón!

Llegó el gran día y estaba lesionada. Yo no vivo en Barcelona y el recorrido lo ignoraba bastante; me fui en metro a Plaça Espanya, con 2€ en el bolsillo para volver al punto de encuentro con Pep cuando me cansase. Juro que el ambiente era tan bestia que se ponían los pelos como escarpias, con Caballé&Mercury y su “Barcelona” de banda sonora.

Los primeros kilómetros fueron adrenalina pura, gente aplaudiendo por todas partes y pasando por lugares emblemáticos de Barcelona. Me junté con un grupo de chicas que hacían como yo su primera maratón, pero iban “muy lentas” y decidí tirar sola.

En el km 18 me esperaba Pep y yo iba muy bien, no me dolía el tobillo y estaba disfrutando mucho. Decidimos que seguía hasta el km 21 y allí volvíamos a hablar….en ese punto me seguía encontrando bien y nuestro próximo encuentro fue en el km 29, en la Torre Glòries. Ya había batido mi récord de kms y estaba eufórica. Nunca olvidaré sus palabras: “si has llegado hasta aquí, la acabas”.

Hubo un momento “muro” por el litoral antes de llegar a Marina…por suerte Pep estaba allí, yo quería dejarlo y se puso a correr un rato conmigo, pero era todo psicológico y me volví a venir arriba. Arc de Triomf, Plaça Catalunya, Via Laietana, llenos de gente gritando, uffff era demasiado.

Por fin llegó el momento de Parar.lel, los 2 kms más largos de mi vida y justo al girar para entrar en Maria Cristina vi a Pep saltando como un loco de alegría.

Juro que la felicidad absoluta existe y aquellos últimos metros fueron magia en estado puro. Entré en 4 horas y 22 minutos, llorando a lágrima viva como si hubiese ganado un oro olímpico y sintiéndome una diosa.

Había pasado de 21 a 42 kilómetros de un tirón, sin ninguna preparación deportiva, eso sí con una dieta programada y ayudándome de suplementación, sin parar de correr en ningún momento a pesar de llevar el tobillo vendado. 

Lo que vino después ya es otra historia!!!!!!

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *